Seguidores

viernes, 8 de abril de 2011

Tu Compañía.




Hoy, te necesito...
Necesito tu presencia...
Necesito tus abrazos, tus consejos, tu compañía.
Cómo puedo saber quién sos?
Cómo puedo darme cuenta, que al caminar y ver tantos rostros, uno de ellos podrías ser vos?
Cómo puedo pensar que no quiero perderte si en realidad nunca te tube?
Cómo tratar de explicarme a mí, que en realidad hiciste lo que hiciste por el bien de nosotras dos?

Nada tiene explicación.

Ya no sé dónde buscarte, dónde preguntar, a qué acudir.
Sólo sé que me invade una angustia, y una tristeza.
Qué explicación me das al respecto?
De qué me sirvió llorar 17 años sin respuesta alguna?
Pasé 48 horas buscándote, con algo de esperanzas. Pero no obtube nada... Nada, salvo la tristeza que me consumía más y más.
Y sin embargo, me tuve fe a mi misma. Tuve la pequeña esperanza de que podía encontrar tu paradero, tu nombre, algo con qué identificarte.
Ni siquiera ella, quien me trajo al mundo, y me acompañó siempre, quiere decirme algo de vos. Sólo pude sacar información miserable de aquella mujer que no perdona, a vos, ni a lo que le hiciste.
Le agradezco por ello, por cómo haber actuado ante ello, por tener fuerzas y nunca rendirse.
Pero por otro lado, hay rencor.
Su pasado fue tan traumante, que no puede sacarlos para afuera.
Una incógnita.

Por eso me siento desdichada.
Por tu culpa, por tu causa, por todo lo que me hiciste.

Pero, por sobretodas las cosas... Quiero, en este momento, que estés conmigo.
Para qué? Porque me hacés mucha falta.
Ahora, que estoy muy sola.
Ahora, que ya no sé que hacer.
Que casi bajo los brazos, otra vez.
Qué me des ese empujón, que me lleva hacia adelante.

17 años, 17 años sin pronunciar ni una sola vez ''papá''

Me pesaron, y demasiado.

Nunca festejé el día del padre, de hecho, nunca asistía ala escuela en ese día. Me quedaba en casa, llorando, desconsoladamente.
Porque me agarraba un dolor en el pecho.
Porque desde los 3 años, comprendí que ya nunca ibas a aparecer. Nunca me ibas a sonreír.
Tenía esperanzas de que si pedía muchas veces que regresaras, aparecerías en una puerta con los brazos abiertos, instándome hacia vos. Qué me ibas a abrazar fuerte y nunca me ibas a soltar.
Pero mis sueños, se fueron a la basura.

Consideraba ese día, como un duelo. Un día en el no saldría nunca.
Tampoco festejé mi cumpleaños.
Me limitaba a ponerme seria en ellos, no sonreír, no alegrarme.

Si llegara a encontrarte, realmente no sabría cómo reaccionar.
Qué diría?

Estaría molesta con vos... Pero, te dirí lo mucho que te extrañé, lo mucho que me hiciste falta.
Pero, nada cambia mi sufrimiento.
Nada cambia, los años de llanto, tristeza y soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario