Seguidores

martes, 29 de marzo de 2011

Un nuevo Comienzo.














Tengo un sentimiento extraño.

Indiferencia con odio y tristeza.

Todo es nuevo, todo empieza.

Estoy comenzando a descubrir un mundo al que no me animo a seguir firmemente.

Me da miedo atravesar el puente que conecta la niñez a la madurez.

Estoy varada en el centro mismo, mirando para ambos lados.

Qué debo hacer? Lo aceptaré?

Seré capaz de enfrentarme a las consecuencias y peligros una vez entrando en el otro camino? Lucharé hasta el final?

Me da miedo.

Pero,

Sin embargo…

Tengo fe.

Explorar un nuevo mundo, es como tener de repente, espasmos de adrenalina.

Tirarte al vacío y ver cómo caes. En un mundo, que a veces te recibe como abrazos de alambre de púas.

Piensas si está bien o está mal, actuar de manera positiva o, debes evitar tener confianza.

Pero por sobretodas las cosas que suceden, me siento bien conmigo misma.

Aunque ese bienestar sea de un 10% en mí.

Pensar en ello, me da aliento.

Aliento para seguir adelante, para hacerme creer a mi misma que el progreso es todo en la vida.

Me atrevo pensar, creer y en confesar que no creía en mi, llevaba una vida de indiferencia e inmadurez.

Pero crecí.

Y comprendí con el tiempo, que aunque halla obstáculos, subidas o bajadas, se encuentra siempre nuevos rumbos.

Nuevas oportunidades.

Así me convenzo a mí misma; descubrir un mundo nuevo y diferente.

Del que soy capaz de explorar y aceptarlo.

Un mundo, que depara mi destino.



domingo, 20 de marzo de 2011

No todo es lo que parece.

Me sumerjo en un mar de amargura y llanto.
La palabra ''felicidad'' sólo me trae recuerdos vagos de un pasado sin sentido.
Mirar al cielo... ¿Para qué? Para qué mirar hacia el futuro? Porqué emocionarse por el porvenir? Si no tienes el empujón, ESE empujón que te insta a hacer lo imposible.
ESE que necesitas para progresar, seguir adelante. El que te guía con seguridad.
La frase: ''No mires hacia atrás''

Pierde su valor.

Es tarde.

Ya he mirado atrás.

Ahora entiendo el porqué.
Cuando dicen que te dirijas al futuro sin recordar el pasado, me aflije.
Porque al mirar el pasado, encunetras todo roto. Todo destruido.
Todo el mal que has creado queda en el pasado.
Los errores ''de las que se aprende'' jamás se olvidan.
Siguen ahí, latentes. Y atormentándote, siguiéndote día a día.

Pero cuando quieres regresar a repararlos, no puedes.
Lo hecho, hecho está.
Y sólo puedes guardarlo como un mal recuerdo más.
Una imagen de un hecho tormentoso.

Es así como me siento.
Mirar hacia el pasado oscuro y esperar al futuro anhelado. ¿Anhelado?
Pero por ahora, sólo puedo quedarme en el presente.
Aceptar las consecuancias del ayer,
y esperar al mañana.

No quiero vivir con una falsa máscara.
No quiero cargar el sufrimiento que me atormenta.
No quiero vivir así.